Ungenio es un hombre simplón de cabello blanco, con grandes dientes superiores parecidos a los de un burro y una eterna gota de saliva cayendo de su boca. 

 

Inocente y de pocas luces, vive siendo el blanco de las bromas de sus amigos o sufriendo accidentes producto de su poca inteligencia. Aún así, todos lo estiman muchísimo y se enfurecen cuando alguien se aprovecha demasiado de su ingenuidad.

 

En ocaciones Ungenio inventa objetos extraños o formula planes para enriquecerse rápido, con desastrosos resultados. Su estupidez llega al punto de hacerlo desafiar las leyes de la física, siendo el primer hombre que casi se ahoga en un espejismo.